lunes, 6 de julio de 2009

La zona franca de Cúcuta está lejos de cumplir las metas

Mientras el desarrollo de las zonas francas colombianas pasa por una etapa de crecimiento y consolidación, en Cúcuta, se prevé dificil cumplir los objetivos que cada región traza, en un ámbito globalizado y competitivo, para la reactivar la economía.

El director ejecutivo de la Cámara de Usuarios de Zonas Francas de la Asociación Nacional de Industriales (ANDI), Edgar Orlando Martínez, dijo que la única fórmula para avanzar con la capital nortesantandereana en ese perentorio tema es un trabajo mancomunado del gobierno seccional con el sector privado en aras de impulsar con ímpetu y empeño el tema de servicios logísticos y de otros frentes del comercio para que la zona franca tenga otro dinamismo.

Según la ANDI, el retraso de la zona franca de Cúcuta obedece entre otras cosas a la demora en el proceso de venta de unos terrenos que son propiedad del gobierno y que deben ser licitados. Actualmente están desatando asuntos de índole legal y de claridad sobre unos títulos para poner esos terrenos a disposición del sector privado por medio de licitación, una vez se logren desenglobar.

La zona franca de Cúcuta cuenta con 33 hectáreas, unos 337.000 metros cuadrados que reclaman inversión y un uso acorde con la condición de zona de frontera en donde las economía se mueve con mucho dinamismo.

En medio de las vicisitudes, la ANDI precisó que actualmente el gremio trabaja de la mano con el SENA en un programa de capacitación y entrenamiento de personal para tener hombres y mujeres idóneos en el tema de zonas francas.

“En la región hay que abrirle los ojos a muchos empresarios para que dejen de depender del comercio inherente a la frontera para que desarrollen negocios propios que abastezcan no solo el mercado venezolano sino proveer con servicios y bienes a otras regiones del país”, precisó Martínez.

Lamentó la falta de planes estratégicos en la región, lo cual resulta deplorable en este momento de internacionalización de los mercados pero reconoció la importancia de Cúcuta y su ubicación, factor que invita a la inversión e instalación de empresarios del interior del país para incentivar el desarrollo de la zona franca, de las actividades empresariales y de la ciudad como tal.

Aseguró que de hecho, ya algunas empresas están instaladas en Cúcuta y otras están mirando la posibilidad de llegar a la “Perla del Norte” pero desafortunadamente se perdió el impulso por la coyuntura económica con Venezuela, que no es la mejor por lo que pasa con ese mercado y las condiciones implantadas.

Afirmó que Cúcuta puede enderezar el camino pero con el desarrollo de un ambicioso plan a través de las cámaras de comercio, los gremios y todo el empresariado.

El experto en temas de zonas francas de la ANDI, instó al gobierno regional para que facilite las cosas a los empresarios y despertar así el interés del sector privado, no con incentivos o gabelas sino con oportunidades de negocios.

“Muchos empresarios no conocen ni el 10 por ciento del portafolio de las entidades para la promoción del comercio exterior y es por eso que se hace urgente enseñar a las factorías y capacitarlas en todo lo que tiene que ver con facilidades para el impulso económico a través del Sena, de Bancóldex y Colciencias entre otras. Los incentivos ya los está dando el gobierno pero falta empapar a los colombianos en todo lo que tiene que ver con el uso de ayudas estatales para optimizar el sector real y jalonar el crecimiento económico de las regiones”, anotó Martínez.


Centro fronterizo de negocios
Otra fórmula para sacar del cuarto de San Alejo el desarrollo de la zona franca de Cúcuta sería el impulso de un gran centro de negocios en donde el sector privado acompañe la iniciativa con el fin de dotarlo de herramientas que atraigan la inversión y la llegada de más empresas.

Aclaró que podría pensarse en uno o varios centros de negocios de características definidas en donde se desarrollen conceptos de competitividad sin depender del tema cambiario o de moneda sino que permita pensar en el intercambio de bienes y servicios.

“La condición de Cúcuta como ciudad fronteriza no la hemos sabido aprovechar y nos hemos quedado con lo mismo”, afirmó.

Explicó que el tema del contrabando no debe ser una excusa para avanzar en un asunto tan importante y determinante en los actuales esquemas de comercio pues ese flagelo es de todo el país y de todo el mundo. En su concepto el tema es cultural pues no se trata de cambiar paradigmas sino de propender por mejorar y optimizar el emprendimiento y por impulsar excelentes empresas de servicios y de logística.

El trabajo que los industriales hacen a través de la Cámara de Usuarios de Zonas Francas en asocio con el Sena busca cambiar la mentalidad de los profesionales para que tengan otra visión de negocios y se dediquen a otras actividades.

Dijo que a Cúcuta le llegó la hora de desarrollarse con otras metodologías que conlleven a una mejor dinámica empresarial y comercial.

La ubicación geográfica de Cúcuta y su importancia como centro de comercio hace que se demande con urgencia un gran centro de acopio de mercancías. La Andi considera que la ciudad fronteriza debe pensar en el desarrollo de una zona logística de 100 o 200 hectáreas, en donde funcione el centro de negocios y se articule todo el comercio. Esa falencia ha ocasionado problemas con el trasbordo de mercancías teniendo en cuenta que Venezuela es el principal socio comercial en el hemisferio.

Con esa zona podría inclusive meterse en cintura el problema del contrabando porque ello haría que la actividad comercial se concentrara en un sitio especializado con controles aduaneros, lejos de la informalidad y en beneficio de la ciudad y su movilidad porque se moderaría todo el impacto del transporte de carga por carretera.

“Tenemos que trabajar en esa dirección, debemos pensar en grande y apuntarle al progreso sobre la base de la legalidad. Lo que pasa es que en río revuelto ganancia de pescadores y eso hay que superarlo. La pregunta que surge aquí es quien le pondrá el cascabel al gato, quien pondrá el primer caso o que empresario o grupo de inversionistas liderarán el proyecto”, afirmó.

Martínez celebró los anuncios del presidente, Álvaro Uribe Vélez, que dan cuenta de recursos para el desarrollo de vías en Santander y Norte de Santander pues un comercio ambicioso debe rodearse de parques industriales, zonas francas, centros de logística pero obviamente de infraestructura vial.

Consideró como una gran falla la ruta que conduce a Venezuela, porque ese es un destino de exportación muy importante que no aguantará el incremento en el volumen de carga frente a un acuerdo comercial binacional.

“En este momento no estamos preparados para que se nos duplique el volumen de mercancías, hay que pensar en una vía amplia y competitiva”, afirmó.

La zona franca de Bogotá estaría dispuesta a contribuir con el desarrollo de un gran centro logístico en Cúcuta. La ciudad debe apostarle a una zona que convoque empresarios e inversionistas.

Para el experto es clave que la ciudad busque socios estratégicos en el tema que acrediten experiencia para mejorar el caminar de la zona franca.

Este tipo de proyecto es determinante en la actualidad pues varias plantas venezolanas están pensando en reubicarse y pensar en Cúcuta no sería malo.

“Yo no me explico porque están frenados en la zona franca de Cúcuta pues tiene las condiciones y el mercado para ser una de las lideres. Actualmente hay regiones como Caquetá y Putumayo que están pensando en desarrollar zonas francas importantes en agroindustria, en comunicaciones y servicios. Todo el mundo está en esa tónica. Hay que hacer algo para que en Cúcuta se pellizquen y le den a su zona franca la importancia y el relieve que se merece”, opinó Martínez.


Un trabajo juicioso
La Cámara de Usuarios de Zonas Francas está adelantando todo un trabajo técnico, pedagógico y de asistencia a las regiones para consolidar el comercio, mejorar frentes como el industrial, de generación de empleo de calidad, y todo un concepto que contribuye con la productividad y la competitividad, términos esenciales en el nuevo escenario de globalización.

Edgar Orlando Martínez, dijo que en dos años el tema de zonas francas va muy bien. Asegura que cuando el proceso se consolide habrá una oferta de empleo estimada en 170.000 puestos de trabajo, vendrá crecimiento y un entorno industrial que mirará con más entusiasmo al exterior.

En este tema, dijo, hay que sembrar pues los proyectos son de larga maduración pero que aportarán al crecimiento económico porque pagarán más parafiscalidad, más impuestos y dejarán una huella importante en asuntos de responsabilidad social.

Actualmente Colombia tiene 43 zonas francas, de las cuales 12 son permanentes y 31 tienen el estatus de especiales. En el país ya existían 11 zonas francas y a hoy hay 12 solicitudes que están en proceso de análisis por parte de la Comisión Intersectorial.

A criterio de Edgar Orlando Martínez, el asunto va tan bien que ya hay inversionistas extranjeros interesados en el asunto pero indicó que para atraerlos hay que optimizar la infraestructura, optimizar la educación, los servicios de salud los servios públicos y seguridad.

Hay proyectos tan importantes y especializados que serán el paradigma y lo llamado a imitar en otros países.

No hay comentarios: