En unos cuantos meses cuando ya esté sancionada la reforma financiera y se expidan los decretos reglamentarios que la “aterricen”, los fondos de pensiones podrán invertir más recursos en infraestructura.
Dentro de los proyectos más importantes para inyectar capital se encuantran las obras viales, negocio al que no han podido llegar de forma fuerte los fondos.
Hay dos razones fundamentales que impiden que se hagan inversiones considerables en los proyectos viales. La primera, que existe sólo un régimen de inversión en el que se unen los dineros de todos los cotizantes.
De esta manera los recursos de los más jóvenes con los que ya se van a pensionar y hasta con los que ya están pensionados se reúnen y se invierten con una misma directriz. Eso precisamente es lo que va a cambiar cuando se tenga reglamentado el estatuto financiero.
Los regímenes de inversiones pasarán de uno a cuatro, cada uno con un perfil diferente. De esta manera, habrá recursos “pulpitos” que se van a dedicar de manera exclusiva a inversiones más atractivas entre las que se encuentran los proyectos viales.
La dificultad de la disponibilidad de los recursos estaría solucionada con la reforma financiera. Pero queda otro obstáculo que es aún más de fondo de acuerdo con los analistas y con la Asociación de Administradoras de Fondos de Pensiones y Cesantías (Asofondos): la falta de estudios con mayor profundidad en esta clase de proyectos y sobre todo la forma en la que se están licitando.
Las inversiones de los fondos de pensiones diferentes a la renta fija y variable son de uno por ciento, que aunque suene poco realmente no lo es, si se tiene en cuenta que la composición de las pensiones obligatorias ascienden a 65 billones de pesos, es decir, esas otras inversiones suman unos 650.000 millones de pesos. Los recursos podrían ser más si se mejoraran los estudios, señaló el presidente de Asofondos, Santiago Montenegro.
Lo que quieren las AFP es que se hagan estudios de fase dos antes de iniciar la ejecución de la obra. Esto permite saber cuánto cuesta el proyecto y medir los riesgos que se corren.
La otra queja de los fondos de pensiones es la forma en la que se ejecuta las concesiones. En proyectos como la Ruta del Sol quien financia es el Estado, y sólo se concesiona su construcción. Así las cosas no hay espacio para que los privados inyecten recursos de manera directa, para luego administrar la obra. La idea es que exista un desarrollador del proyecto y que el Gobierno se aparte de la financiación y la construcción.
Lo que propone Asofondos es que el papel del Estado quede relegado a los estudios, la licitación y la interventoría juiciosa de los proyectos.
Un ejemplo de lo que los privados buscan en el tema de las inversiones es lo que está haciendo ISA con el proyecto de la Ruta de la Montaña en Antioquia. Ellos quieren ser los administradores, es decir ir más allá y no sólo ejecutar la construcción. Sólo cuando los estudios de fase dos estén listos, esta firma electrificadora hará su propuesta.
Incentivos por rendimientos
Otra de las novedades de la reforma financiera para las AFP son las comisiones por rendimientos. Así las cosas, no sólo se trata de que estas firmas cumplan con un rendimiento mínimo igual a la inflación como ordena la Corte Constitucional, sino que sean premiadas si logran hacer inversiones que les provean una buen retorno. La mayoría de esas inversiones tendrían que ser riesgosas, como funciona en el mercado a más riesgo más rentabilidad. Sin embargo, esos negocios van a estar vigilados.
Dentro de los proyectos más importantes para inyectar capital se encuantran las obras viales, negocio al que no han podido llegar de forma fuerte los fondos.
Hay dos razones fundamentales que impiden que se hagan inversiones considerables en los proyectos viales. La primera, que existe sólo un régimen de inversión en el que se unen los dineros de todos los cotizantes.
De esta manera los recursos de los más jóvenes con los que ya se van a pensionar y hasta con los que ya están pensionados se reúnen y se invierten con una misma directriz. Eso precisamente es lo que va a cambiar cuando se tenga reglamentado el estatuto financiero.
Los regímenes de inversiones pasarán de uno a cuatro, cada uno con un perfil diferente. De esta manera, habrá recursos “pulpitos” que se van a dedicar de manera exclusiva a inversiones más atractivas entre las que se encuentran los proyectos viales.
La dificultad de la disponibilidad de los recursos estaría solucionada con la reforma financiera. Pero queda otro obstáculo que es aún más de fondo de acuerdo con los analistas y con la Asociación de Administradoras de Fondos de Pensiones y Cesantías (Asofondos): la falta de estudios con mayor profundidad en esta clase de proyectos y sobre todo la forma en la que se están licitando.
Las inversiones de los fondos de pensiones diferentes a la renta fija y variable son de uno por ciento, que aunque suene poco realmente no lo es, si se tiene en cuenta que la composición de las pensiones obligatorias ascienden a 65 billones de pesos, es decir, esas otras inversiones suman unos 650.000 millones de pesos. Los recursos podrían ser más si se mejoraran los estudios, señaló el presidente de Asofondos, Santiago Montenegro.
Lo que quieren las AFP es que se hagan estudios de fase dos antes de iniciar la ejecución de la obra. Esto permite saber cuánto cuesta el proyecto y medir los riesgos que se corren.
La otra queja de los fondos de pensiones es la forma en la que se ejecuta las concesiones. En proyectos como la Ruta del Sol quien financia es el Estado, y sólo se concesiona su construcción. Así las cosas no hay espacio para que los privados inyecten recursos de manera directa, para luego administrar la obra. La idea es que exista un desarrollador del proyecto y que el Gobierno se aparte de la financiación y la construcción.
Lo que propone Asofondos es que el papel del Estado quede relegado a los estudios, la licitación y la interventoría juiciosa de los proyectos.
Un ejemplo de lo que los privados buscan en el tema de las inversiones es lo que está haciendo ISA con el proyecto de la Ruta de la Montaña en Antioquia. Ellos quieren ser los administradores, es decir ir más allá y no sólo ejecutar la construcción. Sólo cuando los estudios de fase dos estén listos, esta firma electrificadora hará su propuesta.
Incentivos por rendimientos
Otra de las novedades de la reforma financiera para las AFP son las comisiones por rendimientos. Así las cosas, no sólo se trata de que estas firmas cumplan con un rendimiento mínimo igual a la inflación como ordena la Corte Constitucional, sino que sean premiadas si logran hacer inversiones que les provean una buen retorno. La mayoría de esas inversiones tendrían que ser riesgosas, como funciona en el mercado a más riesgo más rentabilidad. Sin embargo, esos negocios van a estar vigilados.
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